Turismo Cultural (histórico / religioso)
Al inicio de la sierra mágica de Puebla se encuentra Ixtacamaxtitlán, lugar lleno de historia que a su vez está rodeada por una fortaleza natural de peñones y cerros.
En el centro de este bello lugar aún se puede admirar al que fue el Convento Franciscano, fundado en el siglo XVI, hoy convertido en parroquia.
En Tlajomulco se encuentra la iglesia de San Francisquito la cual cuenta con más de 400 años y está sobre un risco que mide 300 metros de altura. Desde ahí los indígenas de la época prehispánica vieron cuando Hernan Cortes llegó, con quien pactaron para que lo acompañaran en su viaje a Tenochtitlan. Cada 5 de octubre es la fiesta patronal.
Abajo de este risco se puede disfrutar de un mezcal ancestral elaborado por Don Bartolo, persona que aún conserva el arte de crear ésta bebida en tres presentaciones: el natural, de piña y de pechuga, éste último será el mejor mezcal que puedas probar, vale mucho la pena ir y saborear la tradición que ha pasado de generación en generación.
Una leyenda que se cuenta entre los habitantes es la de la “Cueva” que se encuentra debajo del mirador del cerro Acolhua, la cual se abre para mostrar las riquezas de oro cada 24 de junio, pero “!aguas¡” porque si no sales rápido te quedas atrapado y no saldrás dentro de un año, hasta que se vuelva a abrir de forma mágica.
En Texocuixpan se encuentra el Santuario del Señor de la Buena Muerte, el cual se apareció en la ermita de Agua Santa, lugar que fue paso de los también conquistadores. Del 1 al 3 de mayo es la feria patronal, en donde la explanada del Santuario se llena de creyentes y cada 20 desmayo es la feria del pueblo, donde la población se organiza para festejar al Santo Patrono del lugar.