Muñoz Bravo afirma que “ya aclaré que el pasado 20 de agosto de 2017 un intempestivo operativo de la Fiscalía General del Estado de Puebla cambió mi vida y la de mi familia, en razón de que fui confundido por un supuesto líder huachicolero y reitero que nunca he sido investigado y mucho menos puesto a disposición de las autoridades por venta ilegal de combustible”
Agrega que “por dichas acciones a mi familia y a mí se nos reconoció como víctimas y contamos con cédulas que nos fueron otorgadas por el registro nacional de víctimas por violaciones a nuestros derechos humanos y constitucionales”.
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