CUAUTINCHÁN

Turismo Cultural (Histórico/Religioso).

Cuautinchán tiene unas joyas religiosas: su ex-Convento franciscano que venera a San Juan Bautista, un Cristo y un Retablo, todos del siglo XVI. El Retablo es del año 1570 y es considerado el más antiguo de México, propio de estilo renacentista pintado sobre manera y tuvo un largo peregrinar antes de ser colocado pues originalmente era para el Convento de San Francisco en Puebla, pero lo más probable es que presentó fisuras o desprendimientos por lo que el Franciscano no lo quiso y decide venderlo a un pintor que estaba en Puebla el cual lo arregla y revende en Tehuacán; Sin embargo, el templo donde sería colocado se dañó por un sismo, por lo que al final se colocó en Cuautinchán y, entre 1601 y 1605 es adaptado e instalado.

Su forma poligonal no permite ponerlo contra la pared y deja un espacio de un metro mostrando así pinturas murales que se encuentran detrás de él.

El nicho central tiene a Virgen de la Inmaculada Concepción. En la predela están los apóstoles, del lado inferior izquierdo esta la Anunciación, del lado derecho inferior la adoración de los pastores, en medio del lado izquierdo está la Adoración a los Reyes Magos, en medio del lado derecho la Resurección de Jesús, del lado superior izquierdo esta  Pentecostes, al centro está la Asunción de María, en la parte superior derecha está la Asuncion del Señor, arriba está la Crucifixión y Dios Padre en la parte superior, esta obra se le atribuye a Nicolás Tejada de Guzman.

El Cristo que se encuentra dentro es de los años de 1565 a 1580. Fue hecho a base de pulpa de caña de maíz de bagazo, pesa 12 kilogramos y medio. Dentro del Claustro del Convento se pueden encontrar frases escritas en castellano antiguo que invitan a la reflexión.

En las puertas hay pinturas y una de ellas representa la Anunciación enmarcada por un águila y un jaguar, el águila es alusiva a Cuautinchán que significa casa o nido de águilas y el jaguar representa al grupo mixteco-popoloca, este sincretismo muestra el Arcángel San Gabriel con alas de águila y, detrás de María hay un cojín con las motas del jaguar, este cojín representa un bulto mortuorio, hay muerte y vida dentro de él. 

En el centro de este inmueble, se puede notar una fuente con un águila que fue traída de un centro ceremonial que se encuentra a kilómetro y medio del lado noreste. Debajo del águila hay figuras de jaguares, ambos animales prehispánicos.

Existe un pequeño espacio en donde los jóvenes aprendices de la iglesia cometieron alguna falta, les daban “calabozo”, eran ingresados en un espacio muy reducido, el cuál en sus paredes tiene pintados lenguas de fuego. Cerca del Convento se encuentra una zona arqueológica….

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *