Turismo Cultural (experiencias)
Lo primero que veras al llegar a este mágico lugar es una comunidad con calles empedradas y casas con techos de teja que se ubica en la parte baja y al centro de una muralla de cerros esmeralda.
Destaca una torre en la que en su corazón aguarda un reloj centenario hecho por Alberto Olvera Hernández y un edificio antiguo del siglo XVIII que actualmente ocupa su Ayuntamiento.
El clima es semicalido y subhúmedo. El 90 por ciento de su población es indígena y su lengua madre es el Tutunakú. Es interesante escuchar como entre los ahí reunidos se comunican en este bella lengua mientras portan orgullosos ropa típica la cual lucen en un blanco impecable adornada con intensos coloridos, que plasman la cosmovisión totonaca.
Algo característico de los de este lugar es su hospitalidad quienes no dudarán un segundo en ofrecerte comida.
El Huapango es un género musical muy arraigado en esta región y cada 23 de noviembre en honor a Santa Cecilia muchos Trios Huapangeros de la región, se reúnen para deleitar a propios y extraños con estos versos hechos música para después dar paso a la tradicional Feria del café la cual comienza la segunda semana del mes de diciembre.
Desde hace más de 3 siglos, cada domingo cientos de personas llegan de diversas comunidades aledañas con productos de la región al tradicional Tianguis, en el que puedes encontrar jitomates, chiles verdes, chiltepín, frijoles, cilantro, panela, miel, plantas medicinales, prendas típicas y desde luego un rico café.
Dentro de su gastronomía cuentan con platillos típicos como el Paxnikak, un manjar Tutunakú elaborado con quelite silvestre, barbaron, que incluso crece en las casas de los habitantes y para prepararlo se hace un guisado parecido al pipián hirviéndolo en agua, poquita sal y una pizca de carbonato, mezclándolo con ajonjolí, chile verde y aguacate y se sirve con tortillas doraditas hechas a mano.
El cultivo del café, pimienta, maíz, la elaboración de pan de huevo y la producción de miel virgen con abeja Melipona son actividades también preponderantes en este lugar. A unas calles del centro es sorprenderte ver pilas de agua en donde las personas van con cántaros a recolectar el vital líquido que nace de los manantiales que ahí se encuentran.